Fresca
Amanecí fresco
ya había llovido,
los aires se habían convulsionado,
las piedras reventaban en el suelo
y el infinito paseaba por la calle 1era de mayo.
El hielo también tiene muchas cosas que decir
y también se siente fresco,
como las orquídeas tejidas por las lágrimas de las madres
o como los dioses hechos de barro y agua.
Yo como buen relámpago tengo que caer y matar
algunos silencios y algunas ramas viejas.
Hoy amaneció y la lluvia aún caminaba por los pies de los señores de negro
por las damitas vestidas de burócratas y por los puestos de comida miserable.
Yo también caminaba y me sentía fresco,
mojado es lo correcto
y atormentado.
Fresco,
las hojas necesitan de agua y odio
para cuando caigan no sean golpeadas brutalmente por el cemento.
La ciudad amaneció llovida y con un cielo arteriado
inmensamente jodido,
mojada para los que vivimos en ella
y cagamos en ella
Pero fresca, inolvidablemente fresca.
El nacimiento
Un capullo gris
en la flor del naranjo
su cuerpo eleva
XX
Recuerdas aquellos días en que los alcatraces del parque hundido entintaban tus pies y tú volabas sobre de ellos cual soberana mariposa vuela por su reino de locura y arrebato y yo estiraba mis brazos para acogerte como aquella manzana que ha caído del árbol y ha sido mordida por la serpiente, pero menos por mi boca que desea ser un trozo más de alma.
XX, recuerdas la lluvia que transportabas en el cabello el día sábado en que los paraguas oxidados dejaron de funcionar, esa lluvia tocó superficialmente tu piel, hoy bajo el sol tembloroso de febrero, este sol que no se define frío ni oscuro, este sol que calcina pero no calienta, este pedazo de huevo duro, te pido ser esa lluvia constante que como flujo de río arriba te acaricie vello por vello hasta aprenderme el nombre de cada uno de tus poros y pronunciar con megáfono a tu oído, quiero besarte hoy viernes, hoy en que los policías bancarios son cada vez más gordos y las secretarias de los diputados se pelean por las tazas de café en las oficinas. Hoy haremos el amor, hoy procrearemos al nuevo mesías, al que vendrá a liberar a este mundo de religiones y odio, hoy en que tus ojos son libélulas diabólicas en busca de un exorcismo.
XX: déjame llevarte de la mano a ese sofá viejo y montémonos en él como si fuéramos relámpagos que cabalgan en la tormenta, un par de niños que juegan a formar quimeras.
Silencios que se encuentran con el eco y se repiten una y otra vez: el amor está en tu boca, el amor está en tu boca, el amor está en tu boca, el amor está en tu boca, hasta que desaparezca y se escuche de nuevo el sudor que caerá como torre de Nueva York después de un ataque terrorista.
*Arturo Sodoma, Ciudad de México, 1977. Es Chef y poeta. Tiene en su haber literario siete libros: Lágrimas Difuntas (2004, Tinta Nueva ediciones), Ausencias (2006 Generación Espontánea), Arquitectura de las musas insostenibles (2008 edición AEM y Gobierno de Ecatepec), La Punk Poesía, fin del mundo, Ecuador (2012 ediciones el Quirófano), Poquita Fe (2013, Amarillo Editores), Canto tres, Pequeña Borderline (2015, Ediciones Botas), Óxido de tiempo (Mazahuacán ediciones, 2022).
Premios: 2do lugar en el Festival Literario Internacional Porto de Galhinas, Brasil 2007, con su videopoema “Ausencia de ti”. Primer lugar en X Edición del Certamen Internacional de Relatos Hiperbreves (2019), Talarrubias, España.