UNO
A cada tajo rasga de mí lo innecesario tu boca
dejando en cuclillas e indefenso lo esencial
lo que es en sí y por ti único
Con descarnada piedad separas el antes del ahora
dejándome madero a contracorriente
espejismo de bosque o cruz
Diosa impúdica de la nostalgia
nada sutil artesana de nudos arcaicos
¿Convertido en blasón me dejarás?
¿O me arrojarás al fuego abierto entre tus piernas?
69
Florece lo bueno en lo malo y viceverbo
cuando tus manos amarran mis venas
cuando mis manos piden más de ti
Fuegos y sombras se agitan llorosos
tras la bruma de la eterna fugacidad
Se detienen los ríos suspiran los valles
cuando tus ojos me tocan
cuando mi piel se deja encender
y cabalgamos
a horcajadas de un sueño
niños rebeldes a la condena
que nos fuera preparada
TREINTAICUATRO
Esa noche
gaviotas furtivas
guardaron culpable silencio
Muertas bajo el abrazo de aquella luna
se hicieron playa las rocas
espuma el mar otrora brioso
¿La recuerdas cariño?
Aquella luna todo lo borró
con luz avergonzada todo lo borró:
nuestras marcas en la piel
nuestras culpas en la frente
el anhelo satisfecho
todo todo lo borró
luz indiferente al cansancio
El ocaso del deseo elegimos
sobre costas ahora caducas
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