LIBERTAD
La libertad es como el poema que se repite
y que se repite.
Es una sensación de miércoles
en el pecho
y de domingo en las entrañas.
La libertad es todo a lo que estamos condenados.
Es la rama cuya torcedura
sube en espiral y se clava en el mismo lugar que nace.
La libertad deja de ser libertad
cuando es nombrada;
la decisión es coaccionada por el impulso
y el impulso es la larva
que gime al convertirse en mariposa.
La libertad se contradice al proclamarse
inalienable.
Se postula inofensiva, pero se sabe obligada:
se es libremente esclavo.
EN MÍ
Llevo el peso de la humanidad en mis hombros;
filtro el dolor de sus habitantes,
y no soy ser mitológico,
pero en mi se renueva la energía.
Yo contengo la magia espiral
de la vida alegre, de la vida triste.
Encarno la dualidad,
y canto a mis cofrades;
y bebo de la copa compartida,
y bailo a nuestros ancestros.
Pasan por mis venas sus gritos,
en mi mente reposan sus recuerdos,
sus sonrisas exacerban mi ánimo.
Llevo el peso de la humanidad en mis hombros;
en sus sueños veo los míos,
y con mis compañeros de viaje
busco alicientes para el camino.
EL MIEDO DE MI PADRE
Mi padre sigue el camino de su padre,
y su padre siguió el camino de su padre.
Así, hasta el primer Adán.
Todos vieron los mismos prados
y todos llevaron la misma carga;
todos fueron — y serán— uno.
Mi padre me regaló la sombra
para convertirla en luz: me regaló su miedo.
El miedo de mi padre, de su padre
y del padre de su padre. El miedo de Adán.
Un miedo tan puro. Un miedo tierno.
Padre, recibo tu regalo.
Ahora mis miedos —tus miedos—
serán un vínculo más fuerte que la sangre.
EL TIEMPO
Cada tanto suelo preguntarme por el tiempo.
Dudo de los muchos ayeres y
sus amorosos atropellos.
Escribió Borges “He dicho asombro donde otros dicen
solamente costumbre”.
Pues bien, con el tiempo yo me siento
igual que los niños con su hermoso
asombro por el lenguaje.
El tiempo es como esa idea
de un Dios abstracto: que refulge.
Es como esa idea que nos es dada,
y luego se nos olvida.
Quizá es el tiempo aquella metáfora
que nunca entenderemos.
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