"Receta secreta" relato de Sergio Ricardo Martínez Sauceda

 

Era un lugar con ciertas figuras de vidrio que no comprendía del todo; donde trabajaba una amiga sirviendo un delicioso café, de donde todos los clientes salían con sus sonrisas giratorias. ¡Nunca había visto clientes tan alegres salir de un restaurante donde sirven café! Olía el aroma del café, mientras mi amiga se ausentó un rato. El dueño del café, un gringo amarillo de carácter muy afable, era también el creador de una caricatura para niños, pero escuché que pronto se devolvería a Estados Unidos. Lo acompañamos en su troca de dos pisos para recorrer las calles amplias de Chihuahua. Nos decía con orgullo que aquellas mansiones que, presumiblemente recorrían las calles del paseo Bolívar eran de él. --¡Esa también es mía!  Bueno, estaba yo en mi trabajo de cargador de costales, veo que había mucha basura acumulada en montones. Mi patrón muy enojado, me pregunta que qué era aquello que estaba tan hacinado, le respondí de inmediato, que estaba así porque aquél camión de basura blanca estaba incrustando su metafísico contenedor en alguna casa que parecía ser, más bien un salón de clases de primaria a la cual solía asistir en mi infancia. Observo que estaban mis pertenencias dispersas en el suelo; cuyas pertenencias mías suelo aguardar en un tambo; las empiezo a juntar una a una y las vuelvo a reunir en el bote. De nuevo estoy en el negocio de esta amiga que les he señalado desde el principio. Y ahí está el gringo ése de nuevo, recolectando gran cantidad de maíz en su troca. Había varias mazorcas alrededor de mí. El gringo y yo, charlábamos sobre las mejores comidas de México, por ejemplo, sobre el maíz, que es tan apreciado aquí en Chihuahua y en todo México, y también, desde luego, cómo no mencionarlo, los platillos que se realizan mediante los gusanos que de pronto brotaban de esos maíces juntos unos sobre los otros. El gringo con sus gesticulaciones de quien no conoce nada ni a nadie, se impresionó de que esos enormes gusanos se pudieran comer. Ya en la tarde, salgo afuera del restaurante café y posteriormente me dirijo hacia donde se elabora la receta secreta. Entro como a un patio desconocido y observo un montoncito de tierra, donde el cliente puede recostarse despaciosamente y ver cientos de caracoles ir y venir desplazándose hacia su cuerpo. Esos cientos de caracoles de pronto venían hacia mí y se paseaban con su cuerpo baboso, escolástico, en cada parte de mi cuerpo, realmente era muy relajante aquella sensación de sentir la baba de caracoles caminar en mi cuerpo. Por fin, había descubierto la receta secreta de este restaurante café.

 

*Sergio Ricardo Martínez Sauceda. México, Desde la infancia se interesó por el fenómeno  artístico, dedicándose a dibujar y pintar. En el año 2011 participó en un taller de cómic en la mediateca del municipiode Chihuahua. En el año 2017 estuvo en un taller de caricatura, impartido por el caricaturista Mario Juárez Nogueira. En el año del 2014, estuvo unos días recibiendo conocimiento del taller de narrativa del maestro Ransom; posteriormente, en el mismo año, se integró en el taller de poesía dirigida por el maestro Enrique Alberto Servín Herrera, en el cuál asistió hasta el 2017. Aproximadamente, en el año 2019, estuvo en un taller de dramaturgia de la Secretaría de Cultura. En el año 2021, fue invitado y participó con la lectura de su obra inédita en el II Encuentro Internacional de Poesía Enrique Servín.