¡Sonrisas siempre listas!
Con las manos
sucio con tierra
el sudor en la frente
tanta fatiga y hambre
eran las pequeñas maravillas
corazones guerreros
las batallas de tantos padres
de otros tiempos
grandes trabajadores
trabajadores incansables
refugios seguros para las familias
caras arrugadas por el tiempo
caminan unidos en la fe
mano a mano
del compañero
el olor a pan caliente
siempre en la mesa
esas semillas nunca violadas
gran amor
encerrado en el dolor
trabajar bajo el sol
que robó del resto
mucho tiempo
pero honrado
y dio dignidad
ellos eran los padres
manos endurecidas
érase una vez
esas sonrisas siempre dispuestas
a la vida y a las libertades.
Las víctimas de este mundo
Son canciones sin palabras
las mareas del olvido
abismos tan profundos
que moran en las entrañas
y enseñan a vivir
dentro de esta vida
conmocionado por la violencia.
Las víctimas de este mundo
son familias y cruces
alrededor de la muerte bailan
ellos son tomados de las manos
desesperadamente gritan
el dolor y la ira de las heridas
infligido por hombres sin fe.
El milagro de la vida
Despacio
conjuntos
apagando
el sol
en el horizonte
y las sombras
de las estrellas
mirar furtivamente
en corazones
amantes
de grandes amores.
Antes de la mañana
la luna silenciosa
da la bienvenida serenamente
el nuevo día
y el sol se extendía
cálido y dorado
saludar como
siempre
la vida
que renace.
Es el milagro
de vida
regalo de amor
aliento divino
eterno
espíritu renovado
resucitado
Silencio
Gritar
excavar
y tirar
en la cara
las palabras
hombre violento
tus certezas
hazlo carne
comer
escupir
y nunca tragar
el indomable
nunca tímido
engaño estrago
apareciendo
y discípulo
del juego podrido
y poder.
Los silencios nunca
gritar
son sal
soy aire
soy agua
fuego y tierra
y las lluvias
nunca seco
están húmedos
de las gotas
superficie
en las caras
cansado
de madres
arrodillarse
en el altar
del templo sagrado
humillado y burlado
de los silencios
siempre lo mismo
a los vasos vacíos
lleno de dolores
y sécate
del viento
frío
del hipócrita
razón
aún lleno
hasta el día de hoy
de los sonidos
y cantar
olvidar.
*Francesco Favetta, Nació en la tierra de Sicilia en Sciacca, siempre le ha gustado la poesía, escribir versos, pero sobre todo la cultura, la verdadera cultura, ¡alimento para el alma!. Hasta el momento ha escrito más de 4000 poemas, también escribe reflexiones y pensamientos filosóficos. En 2018 fue premiado por la Academia de Sicilia, Académico de Sicilia. Nació en la tierra de Sicilia en la de Sciacca, siempre le ha gustado la poesía, escribir versos, pero sobre todo la cultura, la verdadera cultura, ¡alimento para el alma!. Hasta el momento ha escrito más de 4000 poemas, también escribe reflexiones y pensamientos filosóficos. En 2018 fue premiado por la Academia de Sicilia, Académico de Sicilia.
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