Alzando el vuelo
Una realidad armada a pedacitos,
desplegando metáforas
letra por letra,
construyendo palabras
pulcramente
buscando las coordenadas nuevas del camino,
en una conjunción de silencios,
rompiendo
el eco de la perpetuidad,
reflejada en una luna
roja y negra
de sombras redondas.
Desplegando brazos de pájaro,
alzando el vuelo.
Destino:
llegar al amanecer
persiguiendo a la luna
entre sueños y realidades
mirando al horizonte eterno,
engendrando versos
entre la noche y el alba.
Desmemoria
Se rompe la geometría de la naturaleza.
La tarde se va muriendo,
desdibujando formas en tonos lapislázuli.
Los árboles,
como figuras espectrales
muestran sus brazos desnudos
por obra del viento otoñal
que esculpe las tercas piedras
vencedoras de la mano pesada
del tiempo.
La luna inflamada,
quiebra la noche.
Los grillos tristes,
con su canto lastimero
cual quena en lamento milenario
son profundas pulsaciones
bajo la ocre hojarasca.
Susurros y silencios en constante lucha.
Las estrellas como ojos
de centellas inasibles
que multiplicaron su brillo
cerrando el círculo enigmático
de la memoria
y
el olvido.
La agonía de la luna
tomando asiento en las ruinas
de la noche
se viste de presagios
destiñendo esperanzas
de recordar.
Jaula poética
Los boliches están vacíos,
sólo una sombra camina por los pasillos.
Se cierra el día inexorable,
el borrador de conciencias nocturnas
huye por las cornisas,
techos mudos y mojados.
En la tarde,
llovió a baldes
es decir a montones.
Por la calle del tiempo
vuela el polvo del olvido,
azotado por el látigo
lento y doloroso de las horas.
Todo seguirá en su lugar,
los libros ahogados en sus tintas,
ríos de letras oxidadas
de cobrizos colores.
Las palabras son testigos,
poesía eficaz eternamente
verbos conjugados a sol y luna
metáforas,
imágenes ciegas,
escritas sobre mesas chuecas.
Dócil, frágil, volátil,
como una hoja seca
acariciada por el viento.
Estás encerrado,
en tú jaula de papel,
viviendo la soledad del pétalo
como un grano
en un reloj de arena.
Pasos…
Iluminado por un golpe de luz,
el rocío cuajado en las hojas
de un bosque tupido de libros.
La noche,
huye por las murallas citadinas
mientras un aullido desgarra
el tono fraternal
del canto del viento.
Surge la multitud húmeda,
desaliñada,
de memoria esquiva
dando pasos…
entre brumas y soledades.
Con ella,
un manojo de pretextos
guiados,
por miradas de granito
glaciales metáforas de piedra.
Rostros perdidos en el abismo
del nomeimportanada.
*Washington Daniel Gorosito Pérez. Nace en Montevideo, Uruguay el 24 de junio de 1961. Escritor, Poeta, Ensayista, Investigador, Periodista, Conferencista. Catedrático Universitario. Autor de la columna “Encuentro con Gorosito” de temas de política internacional y culturales. Analista de Información Internacional y Defensa. Parte de su obra literaria y periodística ha sido traducida y publicada en inglés, ruso, japonés, italiano y portugués. Ha obtenido premios de poesía, ensayo, cuento y periodismo en Uruguay, México, Brasil, Chile, Argentina, Estados Unidos, España, Francia y Alemania.
No hay comentarios:
Publicar un comentario