Amor
El amor es un verbo
el verbo más libre de todos los verbos
la ternura de una danza en ebullición
la sonrisa traviesa de un atardecer
el éxtasis de un juego infinito
el alimento de la pacífica muerte
el movimiento de tus manos
al tocar la noche
y conducir por la carretera
en un ritmo silencioso.
El suspiro de una mañana consciente
el latido del pájaro de fuego
la bondad de un árbol sin raíces
la calma del océano en su espuma
la alegría de las niñas del arcoíris
el placer al sentir la brisa de las flores
arder en lo sagrado, en tu erótico talismán.
Tal vez, estoy imaginando demasiado
tal vez, estoy soñando con el animal atrapado
en su lenguaje profundamente etéreo
y su dolor sublimemente humano.
Solo he conseguido vislumbrar eclipses
y escuchar la lentitud de tus pequeños pasos
en las nubes del vino.
El amor es quien es
mientras abrazamos
la desnudez espiritual del dolor.
Alquimia
Vuela tan alto como los brazos de la lluvia
como el majestuoso velo cósmico
como la maravillosa alma de la estrella
como la tranquilidad efímera de los colores.
Sueña en el interior del templo invisible,
aquel que pintaste con tus lágrimas de seda
y sellaste con tus cantos de esperanza.
No puedes seguir aferrándote a esas voces ajenas
que solo hacen ruido y te cortan las alas
mientras te ocultan miserablemente
en la oscuridad del crepúsculo.
No puedes volar ni cantar
porque huyes de ti
y te abandonas cobardemente.
De repente, tu cuerpo se rompe
En un grito desgarrador.
Pide que lo escuches y lo comprendas
pide que lo ames y lo aprecies
porque ese es el llanto y la ira
para liberarte de la eternidad y la mortal ilusión.
Nunca estabas sola
nunca fuiste olvidada.
Todo lo importante siempre estuvo aquí
como esa melodía que brota desde tus entrañas
para florecer en el mar (y no la trampa)
que necesitas ser.
Los números irracionales
Me conmueve y me aterra
la muchedumbre a punto de matarse
la vela a punto de consumirse
la nieve a punto de derretirse
el tiempo a punto de congelarse
el ruido a punto de enmudecerse
la historia a punto de olvidarse
el gato a punto de hipnotizarse
y el ambiente a punto de seducirme
con aquella voz melancólica y calmada
que me mantiene viva y lúcida; ligera y miserable.
En los labios delgados de los números pasionales
escucho la palabra “perdón”
y siento la sabiduría de la gravedad
acogerme en su pecho memorable
y en su vientre de unicornios inmortales.
Envejezco para compartir mi euforia
y la sonrisa oculta de mi angustia,
aquella incertidumbre que aparece
como el polvo en cada casa reprimida
o en cada bocanada del espíritu solitario
perdido en la belleza del laberinto.
Tú y yo somos una partitura trascendente
una verdad liberadora
o la escalera de un dios que tiene fe
y se despliega en las infinitas dimensiones
de nuestro íntimo misterio.
*Carmen Álvarez Cucho (Lima, Perú, 1998) Egresada de la carrera de Literatura por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Actualmente, conforma la comisión de investigación de la Red Literaria Peruana (RedLit). Ha publicado cuentos de ciencia ficción en la antología «Y se hizo el caos». Ha recibido mención honrosa en el Tercer Concurso de Cuentos de Amor Universitario « Amor en las aulas, patios y más» organizado por la editorial universitaria de la UNFV. Ha colaborado con la revista Entropía en poesía y ha publicado poemas en la revista Plástico y Coyolxauhqui.
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