La calle desbordaba
en las manos de Isabelita
sedienta del fruto
tan irregular
Eran gotas
recién levantadas
como les llamaba mamá
a las claras rotas
que caían al pastizal
y se mezclaban
entre la llovizna y el barro
que las patas del gallo
en la noche dejaban
Solo hay dos monedas Isabelita
dos canastas color naranja
que sofocan a las guayabas
del otro lado
siempre dos
dos días en casa
dos panes en la mesa
dos colgantes de la virgencita
dos ave maría
y sus dedos
sintieron
gloriosos
la humedad de la dulce redondez
dos, dos, dos
otra vez
Isabelita y sus manos
que confunden al árbol de
naranjo.
II
A flor
Sueño
volver a ordenar
con papelitos de colores
su pastillero
Sueño
el hipnotismo de su aguja
tejiendo mis nueve años
a la plaga de la violencia
con el nacimiento de sus hijos
Sueño
sus tiernas manos
acariciando la vida
que descansaba en mi cabeza
con el espacio de su amor
en mis costillas
ahora lo entiendo
dormimos con la muerte
paralítica
sobre nuestras vertebras
Florecita
la última vez
te conté
como en el cuello de una niña
se escondía un manchón morado
beso de un hombre
y tú me dejaste
con el gesto risueño
recibiendo a la muerte.
III
Acertijo de una pintura de monet
Yo vi
una casa sobre una barca
de peces dorados
vi un jardín
y la risa de las guacamayas
salpicaba
en las palabras de José,
dicen que es mi abuelo
que ya se libró
de hacerles creer a los hombres
que guarda en sus bolsillos
cuanto material inútil
se detenga en su mirada de uva pasa
es eso de seccionar el centro de las cosas
y de ser un recolector de brújulas.
IV
¡Háblame!
Porque esta noche vuelvo a ser pequeña
Mi madre me vestía para guardar la caída
de mi prematuro rasguño
no duro mucho
termine casi desnuda
sobre el metal de una mesa
retorciendo la seda de mi cuerpo
salvándome
cuando no encontraron mis venas
ser niño es bello se llora jugando
se raspan las piedras les chuzan los pies
ya viene
a matarnos un sermón
ya se agota
el dulzor de ser niño.
Cuida bien al niño escuche en la canción
Una niña despertó de mi vientre
abraza los pies que corren por la plaza
sin palomas y sin flores
todas las mete en un zapato
que sin baldosas pisa
Salta tres ladrillos
y se encharca de hombres hormiga
Entre su cabeza
se busca palomas con flores
pide que le devuelvan
vestido el zapato
de mismos cordones
unidos por su madre.
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