Sin miedo
He vuelto en la memoria,
a la casa de mi infancia.
Azulada de frio,
por el invierno del recuerdo,
anduve vagando de cuarto
en cuarto como la luna,
poblada de filamentos y oquedades
¡Ay de mis muertos tan vivos
que apenas reconozco!
Se quedaron absortos mirándome,
como si la muerte fuera un espejismo.
El espectro era yo ante las cuencas vacías.
Sin miedo, he conjurado la venida del espíritu
y mi abuela, en su inmortalidad centenaria,
ha dejado caer su velo de viuda eterna
para demostrar una vez más,
que las mujeres,
somos seres impredecibles,
tanto vivas como muertas.
Agonía en el paraíso
Todavía húmeda,
la boca consiente y suplica
que no falte el beso de la ultima cena.
Alega que puede morir
en ese instante, fulminada
por un rayo celeste y vengador.
Él, recoge su ropa
y se calza los zapatos,
con habilidad aprendida
de otras despedidas.
La sonrisa muere
en las comisuras
con el cigarro que titila
como una estrella roja y distante.
La mujer,
desnuda sus palabras de amor y horror
y es otra vez
Eva y su agonía en el paraíso.
Lo que ocultó el fuego
Desde siempre, el más feroz
fue el más querido.
El solapado que ocultaba
bajo su ala de madre víctima,
cuando llegaba desmañado
de alcohol, con las ropas rasgadas ,
oliendo a moho y sangre seca.
Ella esponjaba el plumón
y lo cubría entre bendiciones
y maldiciones, alternando preguntas
con suposiciones, dejando caer
besos y lágrimas en lamentable simetría.
Entonces encendía el fuego
y quemaba los trapos heridos,
ocultaba las pruebas de la desidia
y se rendía ante el cuerpo del hijo
crucificado de soledad y abandono.
Una y otra vez, moría con su muerte ficticia
una y otra vez, hasta que fue real
y abandonó el nido, calcinado,
entre botellas y fósforos
que anticiparon su final infeliz.
*Claudia Villafañe Correa, Escritora, poeta, gestora cultural, tallerista. Nacida en salta Capital Argentina. Su actividad comienza en el año 1977 y continúa en la actualidad. Ha publicado cinco libros de autora y participa en antologías nacionales e internacionales que avalan su tarea creativa. Ha recibido varios premios y becas por sus obras, alguna de las cuales se han escolarizado. Actualmente está trabajando con el proyecto MICRÓSFERA, (microficciones temáticas) junto otras cinco escritoras del medio. Los microrrelatos se distribuyen de manera gratuita en un fanzin mensual colocado en cafés, librerías y bibliotecas para facilitar el acceso a un público variado. Afirma que, “la literatura como todo el arte, es un medio de expiación de los defectos del alma, no hay sanación sin asumir los riesgos de la propia vida”
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