"Reflejos" poemas de Paula Andrea Gómez Quintero

REFLEJOS

Quiero vivir donde estás

no en el punto vertical,

ahí, quiero allá, es real

reflejo de tus aguas

verme en ti reflejada,

coincidir con tus hojas

locas, ideas vanas,

experiencias cojas

alhajas que encajan,

volver polvo los castillos

cuentos de duendes y hadas;

derribar prejuicios,

los duros ladrillos

incrustados en el alma.

-no, no sólo quiero

habitar tus paredes

como muertos vivientes,

ciudad idealizada

deseo sueños con simientes,

caminos pedruscos

entre vientos fuertes;

Introducirme en tus aguas

turbias, apacibles,

oscuras y claras;

el ancho de tu horizonte

es mucho más extenso

de regocijo misterios,

aguas altas, profundas

de los seis hemisferios,

curvas montañosas,

arboleadas, llanos secos,

cielos parduzcos espesos,

rocíos acumulados,

mortales enredaderas,

fuscos remolinos de ollas

Y abundancia en las mareas.

AMOR MORTAL 

 Amor divino

 nido tejido en delirios

quiero vestirte a besos 

 estar la noche contigo

  la boca, la lengua juega 

 paseándose por la cintura,

bajando por las caderas

 y las maduras piernas.

 Dedos en la sombra del himen

 las voces sonando gimen

 late que late el corazón

  cubierto debajo del pezón. 

 En tu largo cabello

 yo hago un velo bello

 que cubre nuestros cuerpos

 quedando al descubierto.

 En tu dulce helecho de agua

deprisa me siento mojada

 seca mi garganta aguanta

 y aumenta mis ganas, sed de ti,

 por eso dame de beber 

de tu fuente ardiente mujer

 delicia suave que acaricia

 con delicada malicia mi ser,

 la cual suspira, mira, 

camina perdida en la cama

 en busca de almohadas cálidas,

 que se espiran los olores,

 los sabores de las flores,

 de la orquídea su fresca miel, 

brota del cuerpo y la piel.

Pequeños labios humectados

que al pasearse por mis manos,

estrecho, lechoso, encanto,

se introducen los cortos de dos. 

A lo lejos nuestros cuerpos 

no se dejan de querer

este amor mortal no muere,

intentémoslo otra vez. 

FUERZA VITAL

Walking Around alude cuando no éramos.

Imán atraídos por el hierro de nuestros eros. 

Letargo se producía el andar sin tu mano.
Miel como ambrosía deleito estar a tu lado. 

Emancipados están los tejidos emocionados.
Razón de ser de las cédulas con amor etéreo.  

Zarza se convierte mi cuerpo cuando arde.
Unido a tus pilos erectos, a tu piel a tu
Lengua sedienta de sexo, de mi color canela.
Enloquecida de placer en tu lecho verde y
Tierno, me meceo en tus cálidos brazos de
Amor divino, consciencia de la presencia.

La luz nocturna de la luna es testigo del

Óleo que colorea nuestros chakras activos.
Plenitud emanan al conectarse y expandirse la

Energía cósmica de nuestro ser genuino.

Zafando las creencias que lo corrompe.  

INCONDICIONAL 

Prefiero el amor condicional

Porque quiero el tuyo a cambio.

Abrazar con el alma tu alma

Escuchar tus historias alocadas

Momentos de actos a improvisar

Construir cristales de hierro

Sueños libres como el viento

Muros de acero, claros como el agua

Profundos como el mar y el cielo

Sí existe en algún lugar de mí

Escudriñar quiero descubrir 

esencia del amor divino

Sí lo hay lo quiero revivir

Embriagar tu cuerpo con vino

Con vino de mi cuerpo

Sin olvidar tú libertad, sin enseñorearte

Dejarte ir cuando lo quieras

Brazos abiertos cuando vuelva. 

SER AMADO

Cielo mío, mi paraíso de placer, gracias por ser mi amor eterno, del aquí, del ahora. Bendito el momento cuando te vi por primera vez, cuando mis oídos escucharon el susurro de tu voz rebosante de sentido poético,  bendito el momento cuando mi nariz te respiró, cuando  mis  labios  te  saborearon, cuando mi piel te sintió.  mis poros se estremecieron, con tus caricias inocentes  y tiernas,  llenas de amor; tus ojos me dieron luz, belleza, sensualidad  y gracia.  Pedacito de cielo, de Paraíso que habitas dentro de mí; gracias por existir, por soñarme  e incorporarme en tu cuerpo,  en tus células, en tus líneas de letras y versos;  sin haberme mirado a los ojos, nuestros idilios ya tenían historia,  ya se escribía en el cielo nuestro amor, que no es ensoñaciones ni ilusión  que se diluye en las ruinas pasadas, como ecos en casa vacía, habitada por fantasmas y sombras que añoran glorias, que en paz se han ido. Yo también te soñado amor mío , quiero bailar contigo,  amarte sin condiciones,  sin posesiones,  sin objetivos, así como tú eres,  amante niño,  vieja alma,  grande y sabía. 

*Paula Andrea Gómez Quintero es Licenciada en Pedagogía Infantil de la Universidad del Tolima (Colombia). Es artesana, pintora, poeta, tallerista. Se está formando como facilitadora en Biodanza (Sistema Rolando Toro) en la Escuela de Rionegro (Antioquia). Es integrante del Movimiento Político “Estamos Listas” de Medellín.