Todo puede ser objeto preciso de la poesía
La tosca metafísica de los gorriones
la sonata demente de los trenes abandonados
un pescador herido por la visión de la luna
un ciruelo, un nombre
una palabra, un colibrí
las cosas que se caen de sí mismas
nostálgicas de sí, hartas de sí
la madre, el padre, las derrotas
el tiempo que rueda
desquiciado en los caminos
todo puede ser objeto
preciso de la poesía
menos la poesía:
la palabra que nunca
la palabra que siempre
silueta inasible
sombra sin cuerpo
canto sin pájaro
tan árbol
sin palabra árbol
sin idea de árbol
voz arrebatada
a dónde
a quién.
Oficio de la memoria
La memoria
es un arma de
doble
hilo
con uno cose
por el ojo del presente
pedacitos de pasado
con el otro va
hilvanando
jirones de hoy
tiempo raído
en esa estampa
indescifrable
del futuro.
En cualquier aire, en cualquier rumbo
De la tormenta
sus pasillos de niebla
sus derrotas amables
sus pasillos de niebla
sus derrotas amables
sus baldíos
de los domingos sus vacilaciones
los caracoles ciegos
del letargo
de la piedra su intemperie
su entraña de silencio
sus edades
del fuego sus visiones
su música
incrustada de relámpagos
del humo sus estambres
su adagio hacia arriba
su extravío
de la lluvia sus ausencias
sus preguntas en círculo
sus catedrales
de la noche su cascabel de sombras
su llanura agazapada
bajo el tambor del sueño
y del amor
su claridad sonámbula
su confianza clavada
su confianza clavada
inexplicablemente
en cualquier aire
en cualquier rumbo.
Archipiélago
Penetra surdamente no reino das palavras
Carlos Drummond de Andrade
Se entra en la palabra archipiélago
buscando islas
pero dice la etimología
que lo único hallable ahí
es el mar
no un tejido de orillas
un islario bordado
por la espuma y el tiempo
solo el mar, el mar inmenso,
el archimar
por lo demás, nada sorprende:
toda palabra es por fuera un borde
y en el fondo agua
siempre removida.
Fin del mundo
Jirones de nada
apenas temblores
en la noche
los últimos pájaros
abandonan la isla.
Hemos quedado solos.
Tercos o locos o pacientes,
pero solos.
Y sin embargo
persistimos,
de raíz en raíz
de sur en sur.
*Florencia Lobo nació en Tucumán (Argentina) en 1984, pero a los pocos meses su familia se mudó a Ushuaia, Tierra del Fuego, lugar donde se crió. Estudió Corrección de Textos y se especializa en Edición. Trabajó varios años en la editorial de la Secretaría de Cultura de la provincia de Tierra del Fuego, y en la actualidad se dedica a la edición y corrección de manera independiente. El lento deambular de las tormentas (el suri porfiado, 2018) es su primer libro de poesía.
* Todos los poemas son de El lento deambular de las tormentas (el suri porfiado, 2018)
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