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martes, 5 de febrero de 2013

Elegía Innombrable

I

Lamentamos informar la muerte del "yo"
Querido y parasitario amigo,
que hoy nos abandona
En medio de un orgasmo crepuscular.

II.

Fue un gran amigo,
fue un gran amante.
Se comió una que otra puta,
se embriagó
al final anduvo errante.

Perdido en un mundo
Que no le comprendía ya.
Se miro al espejo.
Se dio cuenta de algo.
Solo era una fantasía,
una invención sin rastro.

Deprimido y abrumado,
tomó la glock negra
Un solo disparo
La sangre regada
El olvido y el adiós.

 III.

¡Ay de aquellos impávidos!
¡Escatología al servicio de la ideología!
Nosotros somos adeptos de Dionisio
La vida y la mentira.
Somos fuego y deseo.
Llama y pasión.
Servimos el caos, el fuego y la acción.
Acción poética, acción del lenguaje
Fluido de esperma, del impetuoso significante.

IV.

En honor al muerto:
Tequila, Vodka, Guaro y Fernet
Para pasar las penas
Para crear otra vez.

V.

Somos esperma de la parca
Que se riega por el lenguaje.
Que sacude, destruye y desborda
Que juega a catapis con los ojos y las vísceras
Del hombre y su linaje.

VI.

No creemos en sujetos o en líderes
no remplazamos dioses con otros
la poesía es nuestra Vid
nuestro ultimo refugio.

VII.

Dejad que las PUTAS vengan a mí.

VIII.

Creemos en el devenir,
que actúa con fuerza en Latinoamérica.
Nosotros…innombrables…
devenimos sátiros, devenimos truenos,
Devenimos alcohólicos, devenimos cuervos.
De esos que un día te sacan los ojos
y te asfixian con sus letras, sus alas
Su verdad.

IX.

No tenemos patria,
no adoramos territorios.
Nos desterritorializamos,
somos exiliados,
extranjeros y navegantes perdidos
en esta construcción del lenguaje,
llamada realidad.

X.

Preferimos subir el monte de Venus que el Sinaí.
Encontramos mayor grandeza en Eros y el deseo
Que en jehová y su arlequín.

XI.

Preferimos pescar significantes,
en el abismo del octavo circulo infernal.
Donde encontremos, aquello innombrable,
aquello que no se puede nombrar.

XII.

Hemos dejado nuestros nombres
perdidos en medio de la bruma urbana
de un fuego que ya se extinguió.
Llevamos nuestros delirios a las letras,
nuestras pasiones a la unión incestuosa
del bolígrafo y el papel.

XIV.

Creamos explosiones,
que sacudan monumentos.
Pues no seguimos templos,
no seguimos refinamientos.

XV.

Estamos ciegos ante la estupidez
y el absurdo del sentido común.
Preferimos percibir el caos,
limpio, múltiple y su oscura luz.

XVI.

¡Paz en su tumba!
Se agitan los gallinazos
¡paz en su tumba!
Celebran los gusanos
¡paz en su tumba!
¡Requiem Stupiditas!
¡Por siempre! ¡Amén!



Daniel Acevedo- Colombia

1 comentario:

  1. A mí me parece algo muy insípido;
    lo único bueno es que recuerda al manifesto futurista, y lo malo es que también remite al nadaista.
    Por otra parte, aunque la intención elegíaca parezca cándida y loable, el producto final carece de la concreción formal necesaria para lograr el clamor iracundo que pretende por cualidad la elegía; en lugar del mismo, llega a una queja zarrapastrosa por nada y a nada, pues su alarido no parece pertinente al considerar la condición del arte y pensamiento de esta época, que, siendo de plena agonía, requiere de grandes formalistas, reformadores y re-constructores de la tradición en la techne y los medios que le son propios; no de iconoclastas derrumbando las ruinas que otros ya aplastaron -como en la época de Nietzsche-; todas ésas consignas fueron plenamente vaciadas de todo sentido trascendente, pero las creen buenas por ir ensalzadas con estereotipos estéticos robados de las glorias del fin de la modernidad (cosas como "las Putas", o "el Caos").
    lo innombrable debe ser lo ontológico-comprobado, la experiencia inexplicable, lo inefable tras lo místico y lo estético; no metonimias; no consignas vacías; no manifestos sin movimientos; no elegías, ni odas sin acciones ejemplares que enarrar en ellas; no anarquismos sin terrorismos; que nadie vuelva a hablar de que "somos acción" sin llegar él mismo a estallar en acto puro.

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