Parece que anda un diablo
tirado por elefantes ciegos,
una estampida de carne asada.
Y la muerte ha cantado su canto de dolor,
hay un líquido en las calles
no es agua, es rojo.
Los árboles están negros
y los ojos han dejado de ver la luz.
¿Quién se hará cargo de esta
ceguera turca? Porque el diablo
mandinga ya hizo su descargo:
"que no fuí, les digo...·;
ni yo dijo el ser carnado.
Y los vientos estan de broma con la gente,
llevan sus cuerpos y dejan sus espiritus
junto al mar.
Mal gusto el de los dioses sin amor,
nos barajan a la intemperie del azar
mientras desenvainan sus leones numerados
sobre un paño de verde calculado.
Todavía la sonrisa del niño en la calle
bajo el cielo rojo, antes de la oscuridad,
es la esperanza de los rostros
que ven volar la vida del pequeño moribundo.
2011, por Saulo Gomes de Sousa (Brasil) & Juan Carlos Vecchi (Argentina).
Muchas gracias por publicar esta ronda poética que escribimos con mi cumpa del Amazonas, Saulo de Sousa.
ResponderEliminarAguante nuestra sagrada y amada MADRE TIERRA y los felicito por la presentación y contenido de esta geniola revista.
Un abrazo de alma para todos ustedes.
Juan C. Vecchi
Gracias a usted amigos por compartir con nosotros este hermoso escrito, saludos Innombrables.
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