Esperar a una conversación
anhelada, pero sorpresiva,
Sea el Cosmos, sea el Universo
entero, sea lo invisible,
lo no visto e inexistente por lo tanto.
Venga el caos,
venga a nosotros el infierno,
el averno, la nada de la que nacimos,
sea blanca, negra, roja o profunda.
Doblen el Universo, quiebren los días,
las noches...
todo sea la noche, expresada en luces tenues,
para poder bailar al son del miedo general.
Desciendan los azules, los blancos,
los grises…
bajen y entreguen la verdad, la vida,
la muerte, el instinto, el fuego
a los ciegos y muertos.
Se abren los ojos,
la mayoría prefiere colgarse,
los otros rezan, el miedo fluye,
el telón sube, no hay nada,
no es nada; todo y nada,
lo más grande...
El hombre, su propia mascota,
desdichada, con fiebre a mas
de cuarenta; delirio imaginario:
Dios…
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