Me parece que nacimos muertos
estoy cansada de negar lo que siempre me ha resultado obvio
es imposible tapar el asco con un dedo
es imposible ignorar la constante nausea
al menos mi placer palpita en la podredumbre,
para mi se ha vuelto lo único cierto.
Cuanta angustia y desesperanza...
¿que me ha pasado?
¿el amor? ni siquiera ésto me salva.
Me parece un encuentro egocéntrico,
un reflejo de las propias frustraciones en el otro
una curita para los egos rotos
una alabanza a la propia egolatría.
El cansancio, es una permanente, como la soledad, la angustia.
Y así estuviéramos en la misma cuadra,
creo que soy distante hasta de mi reflejo en el espejo.
Ya se me olvidó sonreír,
me violento constantemente
pues me regodeo en mi sucia existencia,
en nuestras sucias existencias,
en las sucias existencias de todos.
Te cedo mi muerte, siempre y cuando botes mis vísceras a los gallinazos
y con mi bilis riegues los rosales de un barrio burgués.
Dispongo de mi hora final
por fin reconozco que nací muerta
Amapola ya no sonríes?
Canta la muerte.
Mucha ropa... sucia
La muerte ya tiene su sinfónica.
Escúchala.
Que buen escrito y no soy la única que lo dice..
ResponderEliminarLa sinfónica de la muerte, ¿será que esa tiene entrecortados ruidos de gallinazos esperando el pedazo de carne seca?
Sara
La sinfonica de la muerte??? seguramente su pulso se marca con los ruidos de gallinazo y el compás con sonidos de nauseas reprimidas.... Ojala sepas un poquito de musica.
ResponderEliminarAmapola