Ya hace tiempo,
creía estar a un paso delante de lo que el destino me deparaba,
siempre convencido de que todo es un libre albedrío.
Y ahora…
Que calamidad…
¡Que discordancia!
Que contrariedad.
Siempre buscando un misterio en los misterios,
donde las cosas más absurdas, se les consideran enigmas.
Mirando más allá,
meditando,
meditando lenta y atentamente algunas señales.
Las señales, ¡las señales!
Las señales son de mi propio ingenio.
¿Mi propio ingenio?
¿Ingenio?......
Pues sí.
Ya todo ha estado escrito.
Todo se ha leído una y otra vez,
en multitud de tiempos,
de formas,
de espacios,
de estados y también en multitudes deformes y a deshoras.
Y se busca siempre en exteriores un reflejo,
un universo paralelo,
una especie de seguridad,
¡COMO SI LA PROPIA NO FUERA SUFICIENTEEE!
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