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martes, 14 de enero de 2025

"Maldito amor por conveniencia" poemas de Ana Gabriela Banquez Maturana


Amor

En su mirada, perdía mis certezas,
un laberinto de misterios y promesas.
Ella, mi musa y mi destino,
con su extraña forma de ver la vida, me llevaba al abismo.
Entre susurros de sueños y secretos,
me sumergía en su universo sin pretextos.
Amor era perderme en su mirada profunda,
donde cada destello era una ventana al mundo.
Ella, mi guía en la noche oscura,
con su luz iluminaba mi aventura.
Caminábamos juntos, hacia el paraíso soñado,
donde el tiempo se detenía y el amor reinaba a su lado.
Sus palabras eran versos en mi corazón,
cada latido un eco de su pasión.
En su abrazo encontraba mi refugio,
donde el amor florecía con un dulce sortilegio.
Amor era perderme entre sus besos,
donde el tiempo se desvanecía y éramos eternos presos.
Ella, mi musa, mi inspiración,
me llevaba de la mano hacia la redención.
En su extraña forma de ver la vida,
encontraba la razón para vivirla.
Ella, mi guía, mi luz en la oscuridad,
me llevaba al paraíso, con su amor como verdad.


La despedida 

Oh, cruel amante,
Tus ojos eran tormentas que arrasaban mi jardín de esperanzas.
En las esquinas de mi alma,
Se escondían los fantasmas de tus promesas rotas,
Y yo,
Una poetisa sin muso, te escribía en versos de despedida.
¡Ay de mí!,
Mis lágrimas eran ríos desbordados, y tú, un navegante sin brújula.
Así,
En la penumbra de mis noches solitarias, te dejé ir, como un verso olvidado en un libro antiguo.
Y ahora,
En la quietud de mi corazón herido, sigo buscando las palabras que nunca pronunciaste.


Maldito amor por conveniencia
 
¡Oh, pérfido destino de amor mercenario!
Te marchaste tras curvas de embaucadora silueta,
dejando en mi pecho la estela incompleta
de un dolor inclemente, un sufrir necesario.
 
Tus labios, de filtros depravados esclavos,
me sumieron en abismos de amarga condena,
quebrando mi espíritu con una cruel cadena,
de mi dignidad solo sombras y cráneos.
 
¿Acaso valió tu traición unos besos,
noches de lujuria, un ego inflado?
O tal vez caderas y sonrisas de raso,
la avaricia de un futuro en tu lazo.
 
¿Cuánto te costó olvidarme,
fue un par de besos, noches infames,
o solo un poco más de carnal ardores?
 
Quizás fueron caderas, una sonrisa encantada,
una ambición vacua que en la brisa se desbanda,
y tu amor, tan falso, en el ocaso.
 
En mi pecho queda un dolor que no cesa,
y el recelo de un amor ultrajado,
un tormento perpetuo que no amanece.
 
La traición se engalana, con risa cínica,
dejando cicatrices en mi alma etérea,
destruido por un amor mendaz.
 
Oh, maldito amor, por ti perdido,
te llevaste mi paz, mi fe, mi hálito,
dejando solo un cruel lamento.
 
Y en esta lírica de desdicha y pena,
recuerdo tu engaño, tan lleno de hiedra,
y me pregunto cuánto más me queda.
 
¿Valió tu traición un instante fugaz,
o el fulgor falaz de un amor rapaz,
que dejó mi corazón en ruinas?
 
El barroquismo de tu traición me ensombrece,
y en la metáfora de tu amor ficticio,
solo queda un suspiro sumiso.


Remordimiento
 
Caótica mi alma sin tu ser presente,
en el laberinto de mis días te busco,
sin hallar más que ecos de tus pasos.
El tiempo, verdugo inclemente,
me priva de tu risa y de tu llanto,
de tus ojos que iluminaron mis noches oscuras.
Cada segundo es un tormento,
un recordatorio cruel de mi ceguera,
de mis elecciones que nos alejaron,
de mi incapacidad de amarte a tiempo.
 
Oh, elegía de mis lamentos,
versos tristes que al viento lanzo,
mi corazón, prisionero de su soledad,
clama por el calor que ya no tiene.
Mis errores, fantasmas incansables,
se ríen en mi cara, me susurran tu nombre,
y cada latido se convierte en un eco vacío,
en un reflejo de lo que pudo ser.
 
En rimas te conjuro, amor perdido,
esperando que en algún rincón del cielo
puedas escuchar mi arrepentimiento,
mi deseo de volver a encontrarte.
Quizás un día, en otro tiempo, en otro mundo,
nuestras almas se reconozcan, se abracen,
y en esa eternidad sin tiempo
nunca más deba vivir sin ti,
sin el sonido de tu risa, sin la luz de tu mirada,
sin el amor que siempre debí demostrar.
 
Pero mientras tanto, en esta vida errante,
solo me queda el lamento de mi ser,
la constante añoranza de lo que fue,
y la esperanza de lo que aún podría ser,
si pudiera, al menos, una vez más,
demostrarte todo lo que en mi corazón llevé,
todo el amor que por ti siempre sentí,
y que nunca supe expresar,
hasta que te perdí. 

*Ana Gabriela Banquez Maturana. Administradora industrial y aspirante a Maestría en Inteligencia Artificial, con experiencia como investigadora científica en el grupo “calidad y productividad organizacional integral” de la Universidad de Cartagena-UdeC (COL0048115). También miembro de los consejos editoriales de las revistas “Journal of Small Business and Enterprise Development”, “International Journal of Blockchains and Cryptocurrencies”, “Journal of Health Organization and Management”, “Journal of Global Operations and Strategic Sourcing” y “International Journal of Creative Computing”. Además, funcionaria de la Vicerrectoría de Aseguramiento de la Calidad de la UdeC. Miembro de la Red Iberoamericana Interdisciplinaria de Investigadores, nodo socio-jurídico y revisora científica en revistas de alto impacto (Q1 y Q2) (Web of Science ResearcherID: HOA-8090-2023) como “International Journal of Population Data” (Q1), “International Journal of Lean Six Sigma” (Q1), entre otras. Autora de cinco libros literarios y colaboradora en más de cien publicaciones literarias en múltiples revistas internacionales.

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