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jueves, 9 de enero de 2025

"Letras Marinas" poemas de Washington Daniel Gorosito Pérez



VIEJO MAR


El mar luce la misma nobleza

que las monedas antiguas.


El mar habla, entre otras lenguas,

con los signos que arroja en sus orillas,

narrando historias inimaginables.


El mar no sigue un tiempo

que lo aprisione en las horas de un reloj.


El mar pertenece al ámbito

de los tiempos eternos.


El viejo mar vive,

y llora en la espuma de sus olas



AGUA GRIS


El mar es impetuoso 

como la vida misma.


Sus remolinos tortuosos,

cual pasos en el destierro.


La espuma suave e incolora,

o quizás, blanca,

vacía y borrable.


¿Dónde están los canales de agua clara?


Se perdieron en mi mirada gris.



LA METÁFORA DEL MAR


En el eclipse de la medianoche

se enciende la metáfora del mar.


Mar Muerto, Mar de Cortés, Mar Negro,

sólo Mar...


Desde las rompientes marinas,

me despojo de la espuma,

en la cotidiana meditación

de las profundidades.


Mas allá de los perfiles de la Luna,

mido la existencia y me hundo

en el abismo azul turquesa.


Entre los pliegues de las rocas

para alcanzar abismos náuticos

insospechados por el hombre,

en el jardín de la conciencia marina.


Una leve brisa,

bañada de gaviotas se derrama

sobre las tenues arenas.

La metáfora del mar

se hace presente.



CALEIDOSCOPIO MARINO


En esa lenta hora que precede

a la tormenta y ahoga las noctilucas,

se va la fosforescencia,

y recibo un baño de espuma,

donde entre el pulso

y el tiempo

entre olas vivo.


Adiós tiempos ásperos,

hola tiempo suave,

me columpio entre cielos agrietados,

vuelo ilimitadamente,

el mar es la pista perfecta 

para aterrizar.


A veces me lleva la corriente,

a veces soy furiosa creciente,

a veces huracán.


Las olas me inundan y me sacan a flote

lleno de algas,

jadeante,

erizado...


Mar al amanecer, olitas multicolores,


descanso y bienestar de la tormenta.


El arribo del crepúsculo me abruma,

no logro concentrarme en otra cosa

que en las fosforescencias marinas que regresan,

mientras el sol, se muere en el mar.



EMANCIPACIÓN MARINA


Una sola ola es suficiente

para que sea un velero.


Navegue en un mar remoto

y llegue a un puerto desolado.


La ola temblorosa,

me golpeará contra el muelle,

naufragaré al llegar.


Los sonidos del mar me reclaman,

y las bellas caracolas

quieren guardar mis sueños.


Mi mirada sigue a las gaviotas,

que respiran libertad.



*Washington Daniel Gorosito Pérez. Nace  en  Montevideo, Uruguay el 24 de junio de 1961. Radica en Irapuato-Gto. desde 1991. En el año l999 obtiene la ciudadanía mexicana por naturalización. Catedrático Universitario, Periodista, Conferencista,  Poeta, Ensayista e Investigador. Ha obtenido premios de periodismo, ensayo, cuento y poesía en México, Uruguay, Brasil, Argentina, Chile, Venezuela, Estados Unidos, Alemania y Francia. Ha integrado 45 antologías literarias  en Uruguay,  México, Argentina, Chile, Italia, España y Estados Unidos. Su columna “Encuentro con Gorosito” se publica en países de América Latina y Europa.


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