Ver una entrada al azar

martes, 15 de abril de 2025

"Dusmac" pinturas de Valeria Roa


Nombre: Dusmac
Técnica: Técnica mixta
Medidas: 28.5 x 20.4 cm
Año: 2024



Nombre: Basatira
Técnica: Técnica mixta
Medidas: 28.5 x 20.4 cm
Año: 2024



Nombre: Anra
Técnica: Técnica mixta
Medidas: 28.5 x 20.4 cm
Año: 2024



Nombre: Koisa
Técnica: Técnica mixta
Medidas: 28.5 x 20.4 cm
Año: 2025




Nombre: Doraline
Técnica: Técnica mixta
Medidas: 28.5 x 20.4 cm
Año: 2024



Nombre: Malipce
Técnica: Técnica mixta
Medidas: 45.3 x 29.5 cm
Año: 2024




*Valeria Roa, artista que durante muchos años ha trabajado de manera autónoma, desarrollando su propia técnica y estilo, guiada por el amor y una profunda conexión con su creatividad. Su trayectoria artística ha sido un viaje de exploración y retos constantes, donde la experimentación y el aprendizaje continuo se han convertido en sus mayores maestros. A lo largo de su trayectoria, ha participado en varias exposiciones, compartiendo su visión con el público. Cada pincelada es un testimonio de su dedicación y perseverancia, dejando claro que el arte no siempre requiere de un aula para florecer, sino de pasión. Su trabajo refleja una libertad sin límites, donde en cada una de sus pinturas da vida a alebrijes imaginarios, permitiéndoles salir al mundo a través de su arte. Cada obra se convierte en una travesía visual, invitando al espectador a adentrarse en la esencia de su universo creativo.

lunes, 14 de abril de 2025

"Otra vez y otra vez " poemas de Jens Gärtner Gutiérrez



Estar solo 

La solitude est certainement une belle chose, mais il y a plaisir d’avoir quelqu’un qui sache répondre, à qui on puisse dire de temps en temps, que c’est un belle chose. 

— Jean-Louis Guez de Balzac 

Está bien estar solo 
y hablar frente al espejo 
sin palabras, 
meditar por las mañanas 
y no deber tributos de convivencia, 
ponerse a descubrir el cuerpo propio, 
el alma y la edad de Dios. 

Está bien estar solo 
hasta que hablas, y nadie oye, 
y viene un dolor de oído, 
y tienes que ir a la farmacia, 
y llueve, y está tarde, 
y te retuerces en la cama 
y quieres llorar, porque te duele, 
pero qué caso, 
si no hay nadie que oiga. 

Está bien estar solo 
pero a veces me hace falta quien me diga: 
tienes salsa en el bigote, 
ven que se te torció el cuello, 
¿me dejas cortarte el pelo?, 
en diez minutos me despiertas, 
alcánzame esa copa, 
vayamos este finde a caminar, 
abróchame el collar, 
dejaste prendida la luz, 
¿vemos una película?, 
se te nota el bloqueador, 
no has llamado a tu madre, 
ese azul no te queda bien, 
quiero un perrito, 
vamos a dormir. 

 

Otra vez y otra vez 

Otra vez y otra vez 
he amado. 
Eso sí he hecho. 

Lo recuerdan mis cutículas 
heridas 
y el párpado que tiembla. 
Lo recuerdan los surcos 
que en mis mejillas han arado 
las lágrimas 
con su marcha intensa y sentenciosa. 
Lo conmemoran mis canas 
y mi cansancio 
y mi recelo 
y mi soledad. 

Amé otra vez aunque ya no quería, 
y el amor fue feroz 
y me rajó el pescuezo 
cuando lo dejé dormir conmigo. 

Seguí amando afónico, 
desmembrado, comatoso, 
y amando corrí, 
salté, di vueltas 
por el barranco de los enunciados 
y me olvidé de mí 
y de lo que desayuné 
y del primer paseo junto al río con mi padre. 

Amaba desde antes. 
Era una criaturita expectante de amar. 
Tenía un propósito, 
y supe que era ese 
y le ofrendé mi vida y mi otra vida. 

Pensé que la última apuesta 
sí había sido la última, 
y en el acto volví a amar. 

Amaré otra vez 
y entregaré hasta el aire que se atranca. 

Amaré otra vez 
y dolerá y será mi vida. 

 

Había una marea 

El tiempo se riega en las cumbres paralelas. 
El latido se dobla contra un muro sol nuevo. 
Había una marea. 
En las arrugas de la corriente rielaba 
un cielo. 
No era el mismo. 
El espejo no era gris, 
era una nube, 
era una copa, 
era un arbusto 
que bailaba 
conspirando inseguridades. 
Las palabras no eran palabras 
eran campanas que tañían manos invisibles: 
estarás solo 
estarás solo 
estarás nueve veces solo 
luego no estarás. 
Rasqué con las yemas sudorosas 
púrpuras párpados gritones, 
rosas mordaces, 
ácidos cetrinos enjuagados. 
Vibró hasta enderezarse 
la calcomanía que se bronceaba 
vanidosa para tapar un nombre. 
Un ojo me sospechaba. 
Un oído me sospechaba. 
Una boca apretada me sospechaba 
lista para dictar. 
Incluso la inocencia sospechaba 
este concierto de soledades. 
Serame permitido escuchar este tarareo. 
Recordaré el tono y el timbre 
de esta voz que quién sabe 
si me acompaña o la visito. 
Tengo los brazos abiertos, 
abiertos, abiertos, 
incluso abiertos 
—¿cuánto de mí se fugará?—, 
y estoy listo para decir que sí. 

La voz de Dios es una carcajada 
ahogada y carrasposa. 

 

Golondrina 

Despuntaba el celoso sol 
cuando el pájaro se hizo piedra. 
Palabras y brillantes se revolcaban, 
y en pleno jolgorio me dijo «éste es mío». 

Todo teñido de astuto sepia, 
macabra espera, 
fatal abrazo, 
distancia plena. 

Espérate, sueño: 
no he dicho que vengas. 
Serénate, minutero. 
Guarda el aliento, golondrina. 
Ya habrá ocasión de trazar el borde. 

 

Te llamarás Eduardo 

Estás dando rodeos, 
contando de dos en dos, 
apoyándote muy fuerte en las barandas. 

La viste 
—o a su huella— 
en la cicatriz o en tus pestañas 
o en tu huella. 

Te fumaste un cigarrillo. 

Pensaste que tu nombre no es sonoro, 
que no puedes decir, como tu poeta favorito, 
«Eduardo: no te pongas a llorar». 
En tu corazón te llamarás Eduardo. 

Mejor llamarse Amor 
y emparejarse con la lágrima, que es libre. 

Miraste por la ventana, 
y el mundo estaba hecho una miríada de mundos 
en las goticas de lluvia matutina 
y en el multiplicador desplazamiento de los carros. 

Estás dando rodeos 
para evitar el tiempo presente 
y la palabra Yo. 

Yo estoy aquí, 
y un sueño que me acompaña hoy 
me pone la mano en la frente y me dice: 
«Estás dando rodeos. 
Tienes fiebre. 
No te pongas a llorar». 


*Jens Gärtner Gutiérrez. Escritor y docente. Nació en Santa Rosa de Cabal, Risaralda, en 1993. Vive en Medellín desde 2015. Estudió Filosofía en la Universidad de Antioquia. Además de a la producción poética, se dedica a procesos como la edición, la corrección de estilo, la traducción, la diagramación y la enseñanza de lenguas y literatura. Ha participado en escenarios poéticos como el 34° Festival Internacional de Poesía de Medellín. Actualmente es integrante del Colectivo Axiz, que se dedica a la exploración, difusión y promoción de la literatura a través de las nuevas tecnologías.