Es hora de abrir la jaula
dejar que los cuervos de la angustia
desplieguen sus alas
y vuelen a lugares lejanos.
Separada de mí
la mirada irrumpe con fantasmas;
no hay luz en el cristalino
que permita distinguir las figuras que abrazan.
Sobre la almohada descansa la cabeza,
invadida de pensamientos,
impasible ante la sensación de angustia.
Este sentir camina sereno.
Es la negrura permanente en el recuerdo,
un sueño, un delirio
surgido de mis muertos.
Amado mío
Beso tus labios a deshoras, amado mío.
De mis manos se resbala la caricia
a un semblante que no existe;
sólo es un sueño recurrente,
un desvarío, envuelto de nostalgia
con deseos de tenerte.
Nado en el mar de la congoja.
añoro tu cuerpo que va a la deriva,
lejos de mis brazos.
Amado mío,
sigo aquí
con tu nombre escrito sobre mi pecho,
espero vuelvas con la migración de las aves.
Feminicidio
Los pasos serán los que ocupen la llegada del alba;
abandono, amargura y desconsuelo
recorren cada golpe del día,
terminan en el empolvado rincón
descargando el pesar que se ha traído encima.
En el altar,
los santos atestiguan nuestro sufrimiento
ahora, tu retrato esta junto a ellos;
flores que te adornan, se marchitan y no me doy cuenta,
las moscas vuelan sobre ellas,
¿serán las mismas que te acompañaban en ese lugar donde te encontraron?
Quiero contarte de nosotros,
de tu hijo, ya sabe leer
de tu hija, por fin se pone sola las calcetas;
voz que se quiebra, se apaga,
no puedo pronunciar palabras, tengo un nudo en la garganta
siento frio, cala los huesos,
la soledad abraza sin contemplaciones.
Quién tomo tu vida con desprecio,
no sabe que asesinó a más de dos extraños.
Ya no importa
Los días quemantes pasan
una y otra vez encima del cuerpo
el calor inflama su rostro
sobre los huesos seca la piel
no hacen falta los sueños
ni el agua para mitigar la sed.
El vestido que llevas puesto
no te lo quitará Marcela
no volverá a pedirte que lo devuelvas
ni a molestarse porque uses sus cosas personales.
Ya no importa
no estarás más
te has ido por un sendero desconocido
la arena del desierto cubre tus huellas.
Tu partida
hunde en el mar del desconsuelo a la vida
la separación es una herida pretérita, impuntual y dolorosa.
*Chary Gumeta (Chiapas, México, 1962) Poeta y Promotora Cultural de Arte y Literatura. Ha publicado libros de poesía y de investigación histórica. Su última publicación “TAMBIEN EN EL SUR SE MATAN PALOMAS” (Edit. La Raíz Invertida, Colombia, 2019) Ha participado en antologías, festivales y ferias de libros nacionales e internacionales. Coautora de la Antología de Poetas Chiapanecos LA PIEDRA DEL FUEGO (Editorial Cultura, Secretaria de Cultura y Deportes de Guatemala, 2019). Sus textos de la antología VOCES DE AMERICA LATINA (Edit MediaIsla, E. U., 2016) son parte de la cátedra de Literatura en la Universidad Hunter College of New York. Ha recibido varios reconocimientos por su trayectoria. Su libro LLÉVATE LOS SUEÑOS, DÉJAME LOS RECUERDOS, fue ganador del fondo de publicaciones 2020 del CONECULTA-Chiapas, Secretaría de Cultura. Dirige el fanzine YOMORAM JAYATZAME que promueve la literatura hecha por mujeres. Es Directora del Festival Internacional de Poesía Contemporánea San Cristóbal de las Casas y coordinadora de Literatura en el Festival Multidisciplinario Proyecto Posh.
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