Un atardecer, un tendido de cama, un universo o muchos, una tarde, una sonrisa una fiesta, un amanecer.
Aquello que desata en los sentidos una emoción y se redacta en la sensibilidad humana para convertirse en una estética, una manera de percibir el mundo y una forma de expresarlo.
La poesía no son las palabras aunque ayuden a expresarla, no son sólo versos o las cadencias de las canciones. No sólo es música o viento, es la vida misma, debería decir que, es todo aquello que nos impacta y nos conmueve los sentidos y finalmente nos genera una reacción para ser otros y muchos; la poesía por lo tanto, es la llama que nos exalta y nos hace estallar la existencia íntima en sus formas expandidas. La poesía es y está en cualquier parte sobre todo dentro de uno mismo.
PARA SER UNIVERSO
Habíamos nacido para acariciar la luna
y jugar en las tardes con el mar,
direccionar los vientos
y ponerle nombre a las flores,
tocar con los labios la noche
y domar con la risa el silencio.
Habíamos nacido desnudos,
diáfanos y pequeños,
locos y serenos.
Habíamos nacido para querernos, abrazarnos
y dejar una buena huella en el universo,
no para que el llanto cuarteara el desierto,
no para la náusea,
no para la guerra.
DESAPARECIDOS
Se desaparece del domingo y del viernes
de la esquina, del parche.
Se desaparece en el sueño y en la materia de los pensamientos
de la llamada de las 7
del trabajo y de los que estuvieron cerca.
En el viento, en las calles
en los cines y en los bares.
Se desaparece como rutina
para no encontrarse.
Como elección obligada
por un delirio de dinero o de política o de nada.
Impune se va desapareciendo de a poco y de una
Porque sí, porque no y porque también
y porque ya era suficiente.
Suficiente la distancia
y seguimos desapareciendo.
Se desaparece también en el amor
con las manos empapadas de letras.
Con los paisajes grabados en las alegrías pasadas
Con las palabras no dichas y los labios sedientos
Con la lengua seca, llorando.
Cayendo en el olvido, empolvados en imágenes inéditas
también en ellas perdidos.
En la sonrisa que no se recuerda
en tu cara que se borra y desaparece en el tiempo
en el “buenos días” y el “buenas noches”
en el “hola” de la tarde y en el café que nunca tomamos.
En el recuerdo que ya no recuerda nada
con los anhelos en blanco y los sueños incumplidos
En el tiempo que nunca alcanza.
Desaparecido cada día de sí mismo
como diluido en lo que nunca existe.
Se desaparece en todo, todos los días
frente a frente con cada uno y con todos.
En el nunca más
Y en el infinito que se inflama
en el silencio de las ausencias
como en los exilios
en patrias lejanas.
SUEÑO CON DEMENTES
Sueño incómodo
con dementes que gobiernan un crepúsculo de asesinos
que olvidaron ser divas coronadas
que abarcan las ilusiones que se destruyen en sus manos.
Sueño los delirios y los días de la sombra,
despierto en las olas tempranas del tiempo
recordando que partes en naves de silencio.
Recobro los mensajes de hombres
que escribieron en el viento
un último aliento antes de la ráfaga.
Cancelo las miradas de esperanza
que aún se pierden en las lluvias de la tarde.
Insomne, conduzco mis caricias al sur de todos los presagios,
a los sótanos de la luz.
Repruebo mi dolor de espalda,
valido la infección del aire que respiro,
pago deudas que desconozco,
alimento bolsillos lejanos donde nunca alcanzará mi mano.
Respiro un aire parecido a una condena a muerte,
bebo aguas que antes han sido asaltadas,
camino calles carísimas tapizadas de escombros,
me transporto en rieles ajenos y multitudinarios.
Sigo soñando con dementes que trafican con su propia locura,
que se condenan en su propia condena,
que se yerguen de sus mismos infiernos.
Sueño con selvas de ladrillos rotos,
sueño incómodo, adolorido negativamente
la esperanza de días peores,
de amaneceres de sombras.
Sueño con dementes que te persiguen y te alejan de mi alma,
de mis mejores sueños,
de mis mejores caricias, de mis mejores cantos,
sueño que te pierdo
y pierdo las palabras que nombran los días
en que abril es un mes de flores.
Sueño que estoy sin ti
y que son los dementes, los bárbaros,
los que nos tuercen la luz
y cubren con mantas ilusorias
estas lunas y estrellas
que aun guardo entre las palabras
para nombrar un nuevo día
contigo,
lejos de los dementes que gobiernan estos días.
AL SEÑOR DEL PODER
¡Destrúyelo con la mirada!!
¡Hazle saber, hazle sentir que en ti!
nunca se albergará
rosa alguna
para los criminales que heredan el poder!!
Hazle sentir que su horizonte lo hemos calculado de manera vertical,
en la profundidad de los huraños recuerdos,
allá donde la oscuridad se pierde en sí misma...
Contra el señor del poder
Usa tus súperpoderes y convoca los elementales.
Que un viento honesto
purifique su lugar en el mundo.
Atraviésale
surcos de tierra buena
al paso de su paso destructor.
Descúbrelo
en mentiras descomunales y evidentes.
Desnúdalo
más allá de la piel y los ojos,
aquí en esta tierra donde la luz es transparente.
Oriéntate
contra sus palabras aprendidas sin memoria,
contra su automatismo de criminal llano.
Al ilusionista, a ese, al señor del poder
al que construye falsos puentes
que desaparecen mientras los dice,
al que reconstruye pueblos olvidados
para siempre cada vez que los nombra.
A ese debes verle caer las palabras
desnudas frente a ti,
vueltas nada sin fin...
Al señor del poder
que todo lo envuelve
en un séquito de moscas!!!
A ese: direcciónale fieras marinas
que lo ataquen desde su íncubo,
Que, si pueden,
borren su mueca
de esperanza trágica de circo
mueca de la risa, de caballo
entre las multitudes absortas.
A ese señor que nos desencaja la alegría
Al que ha extraviado el camino abierto
Del equilibrio vegetal
A ese que no respeta la arena y su ir y venir en el mar
A ese
démosle por desierto su alma.
*Andrés Caicedo (1968). Pasto, Colombia. Economista y Magíster en Hábitat. Director de la Fundación blog y revista Urcunina-Literaria, así como de los eventos “Poetas en Carnaval” y “Recitales Hojas de la tarde verde”. Sus textos se encuentran publicados en la revista “Letras del Sur” (2006), antología “Sueños al viento”-Poetas colombianos y mexicanos- (2010), en los blog: “Neonadaísmo”, “Flecha en la niebla” “Desórbita” y en “El libro de los instantes fallidos” (autoría propia), publicado dentro de la Colección de autores nariñenses (2018), así mismo en la antología “Amores y abismos”. 7 poetas latinoamericanos y españoles editorial Caza de libros (2019).
Ganador del concurso literario “Los Sueños de Luciano Pulgar” género ensayo (2008) y Poesía (2016) Bello- Antioquia.
Ha sido invitado a recitales en varias ciudades de Colombia, entre ellos, EDITA COLOMBIA (2011-2013) y IV Foro Iberoamericano sobre Bibliodiversidad (2011). Festival Alternativo de poesía de Medellín (2013-2015), (2018-2019).
Director: Colectivo Teatral de la Villa Solar. Obra: Los instantes de la memoria (Parte 1). Adaptación teatral de su obra literaria “El libro de los instantes fallidos”. (2019)
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