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jueves, 7 de enero de 2021

"Diosa carnesí " Pinturas de Rafael Germán Rengifo Sánchez


Nombre: Tu mirada lleva mi polen 

Técnica: Acrílico sobre lona

Medidas: 25*30 cm c/u 

Año: 2020




Nombre: Eclosión 

Técnica: Acrílico sobre lona

Medidas: 150*200 cm 

Año: 2020




Nombre: La mirada de Nepenthes 

Técnica: Acrílico sobre lona

Medidas: 70*100 cm 

Año: 2020




Nombre: Mi cabezal evita cuando se esta marchitando

Técnica: Acrílico sobre lona

Medidas: 76*96  cm 

Año: 2020




Nombre: Flor de Carne 

Técnica: Acrílico sobre lona

Medidas: 30*70 cm 

Año: 2020




Nombre: Diosa carnesí 

Técnica: Acrílico sobre lona

Medidas: 70*10 cm 

Año: 2020




Nombre: Una vez se me posó una mariposa en la nariz 

Técnica: Acrílico sobre lona

Medidas: 68*94cm 

Año: 2020


*Rafael Germán Rengifo Sánchez. Un lienzo en blanco es para mí el receptáculo de muchos pensamientos y sentimientos, pero no porque esté vacía, sino porque está tan cargada de energía que me impulsa a mezclarme con ella; un proceso que es la metáfora de toda la génesis de una historia y que tiene su culmen en otra, pues, el cuadro terminará guardado en los ojos de aquél que lo contemple. Yo soy pintor de corazón, pero este órgano, que se palpa solo con sus ondas, amorfo y desentrañable, no he podido dar con él… tal vez, porque pintar se ha vuelto para mí un asunto que cambia repentinamente y es imposible de captar en su totalidad, más bien, es eso lo que me capta y me agarra, porque siempre hay impulsos que motivan a entregarse, pero también existen aquellos que alejan sin perder, claro, totalmente ese latido. Es un vaivén de sentimientos.


Así han tomado forma mis cuadros, son casi como demonios en el sentido Platónico de la palabra, personificaciones de un mensaje muy interior, algo muy íntimo, pero que salen a la luz como si el cuadro fuese ese susurro, ese grito, esa risa o ese orgasmo. Me gusta esa encarnación que va tomando lo íntimo hacia un Eros y un Tánatos y que corresponde al conflicto del estado de las cosas, al deseo siempre ambivalente, dinámico e inestable… Por eso utilizo las flores, tan hermosas, pero tan frágiles, eternas en el plano de lo bello, pero efímeras en la realidad, algo así sería mi pintura, una lozana flor que esconde una terrible belleza, que siempre está muriendo y naciendo a la vez, pues, como el aroma tierno que sueltan algunas flores al estar muriendo, el cuadro se alza para ser contemplado, desprendiéndose de él un poco de vida.

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