“Un verdadero artista no es el que se inspira, sino quién inspira a otros.”
Salvador Dalí
Creare. La magia de la palabra en sí misma. Palabra cuya acción nos ha acompañado desde la propia “creación” del individuo, del ser humano. Hemos crecido, creído y creado desde tiempos remotos.
La capacidad de creación es una de las más distinguidas del ser humano, somos seres con la misión ilimitada de crear. Está en nuestros genes, en cada memoria celular, y sin duda, no seríamos quienes somos sin haber creado.
Crear va estrechamente ligado al arte. Los mayas, esos filósofos, artistas creadores y grandes pensadores, creían que nuestra gran misión como seres humanos era ser artistas y por ende, teníamos que venir a crear a nuestro mundo.
“Todo ser humano es un artista”, afirmaba Joseph Beuys. De tal modo que si todos somos artistas, cada acción es una obra de arte. “Cada uno contribuye en la medida de sus propios rendimientos individuales”, decía Joseph. ¡Qué profundo!
Con esa idea en la cabeza, este artista alemán del siglo XX, desató controversia en todo el mundo. Las obras de arte eran para Beuys tan efímeras como la vida. Por ello, no creó obras para la eternidad, más bien, él se dirigía hacia la reflexión con cada pieza que realizaba y en cómo las creaba: usaba en sus obras materiales como el fieltro, la grasa, animales muertos o basuras.
Beuys hablaba desde su experiencia, un accidente traumático lo había hecho pensar de esta manera, y aunque no contaba con algún padecimiento físico o mental, aseguraba que todos podíamos crear desde nuestras posibilidades.
Pase lo que pase, estará contigo
“La madre protege amorosamente a su hijo discapacitado, sólo su pie izquierdo responde. Su madre le enseña el alfabeto, aprendió a escribir palabras y a leer. Escribió un libro. Su vida fue transportada a una película.”
Había leído las anteriores palabras tras investigar sobre Christy Brown, escritor irlandés, poeta y pintor con parálisis cerebral. No, no ha sido el primero ni el último en destacar por su labor artística aún con limitantes físicas.
Por supuesto que había logrado todo. Había luchado, roto las barreras mentales, emocionales y las creencias limitantes; había logrado hacer más de lo que todos pensaron. El ejemplo de Christy y el de muchos otros cuyas vidas han sido complicadas, nos tocan las fibras más sensibles y nos hacen comprender que el creer va sumamente relacionado con crear.
Vincent Van Gogh, pintor estudiado por varios y quien durante toda su vida estuvo marcado por sus constantes problemas psiquiátricos; fue justamente en la etapa de mayor dificultad y avanzada enfermedad cuando creó sus piezas más emblemáticas, donde definió el estilo que lo catapultó a ser referente importante del postimpresionismo.
Creer hacerlo y hacerlo posible. Con esa fórmula hemos conocido y admirado a grandes, a valientes y valiosos artistas cuyas obras trascendieron, las cuales fueron motivo de inspiración o motivación para que otros siguieran creando más arte. Hoy, son figuras imponentes e importantes para muchos, nos han demostrado que una obra de arte es tan valiosa por sí misma como su propio creador. Y que a su vez, el arte es directamente proporcional a su creador como a su observador; de esta manera, el arte se convierte en incluyente, es valeroso, es hermoso, es conmovedor de masas.
Veo en ti la habilidad de artista
Pablo Pineda, escritor y actor español contemporáneo y reconocido como el primer europeo con síndrome de Down en terminar una carrera universitaria, en una de sus destacadas conferencias menciona que para aprender basta con una mente abierta y receptiva a todo lo que venga. El hacer nuevas cosas y aprender nuevas habilidades, va ligado a experimentar y a descubrir todo el tiempo nuestras propias facetas y talentos.
Justamente, Pablo comenta que una de las características del aprendizaje es el “aprender en la soledad”. Si nos ponemos un poco reflexivos, la soledad es un estado en el que de alguna manera u otra, todos nuestros artistas han experimentado durante su vida. Creo que es ahí donde descubrimos nuestro poder, en la soledad misma es donde experimentas por ti mismo tus talentos y en donde se viene a ti la valentía de querer ponerlos en práctica.
Uno aprende con todos los sentidos, entonces válete del que puedas. “No existen discapacidades, solo distintas capacidades” dice Pablo; y yo le creo. He visto florecer talento con el poder de trastocar mucho más allá de nuestra capacidad de comprensión. ¿Por qué tendríamos que esconder esa inteligencia?
El ser humano trae consigo habilidades que ni siquiera él mismo ha descubierto, es en las situaciones más insólitas que nos volvemos introspectivos y descubrimos que tenemos mucho por contar; es en estas situaciones complicadas, cuando se encienden las luces que solían estar apagadas. Cuando sabemos que no hay impedimento ya para soltar su brillo.
¿Que hay retos? Los hay y los seguirá habiendo. Sí, como ciudadanos necesitamos más apertura a observar con normalidad el trabajo de nuestros artistas con diversidad funcional, utilicemos el mismo arte como herramienta poderosa para continuar generando cambios, para romper mentalidades limitantes y para romper barreras.
Sigamos observando las obras de Van Gogh, Christy Brown, Pablo Pineda o el de los más contemporáneos, como Pedro Longstaff, Keith Salmón o Michael Mónaco, entre muchos más. Y en esas creaciones, observemos más allá de lo que vemos, miremos lo que nos quieren decir: que el arte nos abre una puerta hacia lo que no sabíamos que éramos capaces de hacer.
Música, danza, cine, teatro, literatura o arte plástico crean los elementos perfectos para mostrar al mundo las expresiones más nobles, los lenguajes más variados y únicos que traemos dentro. Por eso, es innegable el experimentar ser artista. El arte no es limitado, y por tanto, tampoco debe serlo a quien lo necesite, a quien guste de hacerlo. Me gusta pensar que donde creas que no puedas encajar, en las artes puedes hallarte y reconocerte como pieza única.
Crear arte va ligado a inspirarse y a inspirar, pero todavía va más lejos; es un ciclo de inspiración continua que será hallada en cualquier ser que tenga la capacidad de sentir su poder, de transmitirlo. Acerquémonos al arte como fieles creyentes de que encontraremos en él un refugio, un atisbo en medio de la oscuridad.
Detalle “Autorretrato con sombrero de fieltro”, Van Gogh, (1887).
*Alma Santiago Pazos. Originaria de Xalapa, Veracruz, México. Escritora, soñadora y amante del arte. Es egresada de la licenciatura en Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad Veracruzana. Desde entonces ha participado activamente en el ámbito cultural, colaborando en la difusión y la apertura de espacios para mostrar el trabajo de músicos y pintores; inspirada en esta labor, es co-fundadora de AS agencia cultural, una organización dedicada a promover el trabajo de artistas plásticos y proyectos culturales.
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