Entró
el poema
como
una niña
a punto de parir
No creo que mi poesía sea una “dialéctica”. Es más una
manera íntima de relacionarme con el mundo, de acentuar las situaciones en que
me he visto involucrado, quizá una especie de quietud. Las variadas
manifestaciones de lo que acontece exigen testimonio, generar cambios cuando lo
que sucede no nos ofrece algún tipo de alegría, cuando no satisface nuestra
búsqueda del gozo y nos deja en la penuria, rodeados de una tensión fatigosa.
Es allí donde la poesía es válida, sea de la forma que sea. La única intención
de mi escritura poética es mostrar lo que soy y lo que a bien parece que es
esta existencia desproporcionada. En ningún momento como objeto, sí como
mirada. En ella hace ronda y canta el lenguaje, lo vivido y lo anhelado, lo que
está presente en los hechos y lo que hemos erigido con nuestra voluntad de
crear: demonios, dioses y diosas, presencias y fantasmagorías, metáforas que en
algunas ocasiones nos impiden vivir. Mi actuación con el poema es como con el
sueño, en pocas palabras, la actividad de una persona que cree -aunque creer
sea no distinguir-, que a pesar de que el amor no exista, nos podemos amar. Y
hago la pregunta: ¿acaso no es esta la gran maravilla que nos puede dar la
poesía?
La obra poética, narrativa, ensayística y filosófica
de Víctor Raúl Jaramillo constituye en los últimos veinte años uno de los
referentes más interesantes y significativos de nuestra literatura antioqueña
y, en particular, de Medellín. Así lo demuestran la originalidad de su estilo,
la fuerza expresiva de su lenguaje, la singularidad de su visión conceptual y
el enfoque riguroso de su trabajo en un medio donde, regularmente, no es fácil
encontrar reunidas en un escritor tales virtudes. (…) Poesía y pensamiento
nunca fueron para Víctor una contradicción o una dicotomía insoluble como en
algún momento llegó a creerse. Por fortuna las nuevas teorías del universo, el
arte, las ciencias sociales y experimentales hacen cada vez más visible esa
unidad primordial de la que, justamente, nos han hablado siempre los poetas.
La opinión de Pedro Arturo Estrada sobre
su obra.
**
Permaneciendo
en los signos
o
en la melancolía,
habitamos
esa conquista
que
será olvidada.
Llave
o camino
descifrarán
los pasos ausentes.
Otras
voces iluminarán la estancia,
otros
ojos
que
nadie podrá ver.
Al
fin y al cabo
las
horas que atesoramos
serán
un oro perdido
que
otros creen de los bolsillos.
**
Todo
existirá mientras vivamos.
Cuando
cerremos la puerta,
todo
se irá con nosotros.
Menos
aquello
que
dejamos en el nombrar.
Aferramos
el tiempo,
pero
nos detiene
su
cruel designio.
Tiempo
arquitecto,
Tiempo
fundante
paso
a paso
de
nuestra voluntad,
que
después de la palabra
sólo
asegura el silencio.
Columnas de fuego donde se purifica
el agua
Acunados
los antílopes
por
la garra del tigre.
Quizá
así tus muslos
y
mi boca que te nombra.
Dos
versiones de la furia,
gemelos
que alguna vez estuvieron juntos.
Ahora
ríos en otro paisaje.
Columnas
de fuego
donde
se purifica el agua.
Ven
y atiende esta barca,
ven
y consuela esta noche extrema.
Caída
en el tiempo tu ausencia.
Desplomada
bestia que implora salud.
No
más que citar la ilusoria esperanza.
Acaso
la vuelta a un primer abrazo.
Tal
vez el día sea otro vacío
que
el sol alumbra.
Y
la nostalgia una manera más calcárea
de
reconocer el paso con las monedas en los ojos.
Quizá
el tiempo que imploro
no
sea más que una nada
que
da forma a los cuerpos.
Y
la voz una forma de olvido.
Carta con cien pájaros
Soy
luna, vacío.
Entro,
tenue viento,
silencioso
margen de luz.
A
tu hora busco norte,
quebrada
primavera, voz imperiosa.
De
ti la rosa que también muere.
Asómate
al límite,
dirige
tu ojo, mediodía.
Salto
o fuerza, navío,
ruta,
fantasma del tiempo.
Todo
concluye, mano, amor,
brisa
truco del sur.
Ave
vuela, aullido anuncia.
Tu
pelo simula cascadas de jade.
Es
otra mañana,
el
canto brota,
veta,
mirada danzando al llamado.
Qué
decir de tu sonrisa,
qué
de tu cadera amarilla.
atrás,
del lado de la sangre,
turbión,
ancla tejida vigorosa.
Hoy
en tu pecho,
leche,
conquista del mar.
Otro
juego impera,
susurro
a tu oído.
Lluvia,
licor de miércoles.
Una
veleta te nombra,
quizá
el camino sea fiel.
Mas
no dejes al viento tu acto.
Descansa
ahora,
arremete
al alba.
No
es tarde para el beso.
Para volver al mar
En
otro tiempo,
oleaje,
marea alta.
En
tu mano, ahora,
sólida
roca,
arrecife
y cardumen.
Tu
voz es viento suficiente
para
existir.
Tu
espalda un lirio,
un
ramillete de camelias.
Pronto
volverás al mar,
en
mi barca
tu
cadera estará bailando.
Ahora
te meces
con
mi acto amoroso
de
decirte “sí”.
Cómo
esperar más,
si
tu aliento,
semilla
agreste,
me
canta y me acuesta.
No
es que no estés.
Estás
y te llevo
como
el sol
de
una ciudad
alta
y fija.
El
movimiento de tu cintura
es
estación amapola,
palmera
feliz de potro.
Desnúdame
otra vez,
mójame,
liviana
menta y ley.
Iremos
al mar,
no
porque esté lejos,
sino
a reconocer nuestra sal.
Eres
cielo en mis oídos,
como
un dios que vibra
entrada
la noche.
Diálogo
mudo,
mutado
silencio en rayo.
Un
tigre te habita.
Un
águila nos lleva.
Aquél
delfín vuelve rozando.
Mírame
como anoche.
Ese
beso primero no ha acabado.
Destino
es piedra labrada
en
tu pecho.
Corazón
mío que ilumina.
Acuéstate
conmigo siempre,
en
mi muerte
has
metido la mano.
*Víctor Raúl Jaramillo: Sonsón, Colombia, 1966. Doctor en Filosofía, poeta y músico. Fundador del grupo de ultrametal ReencarnacióN, con el que lleva más de 30 años activo. Creador de un Consultorio Filosófico, primero de su clase en el país. Sus más recientes publicaciones son: Pensar la vida y la muerte y otras banalidades, Erótica como ética: manifiesto sobre el placer como deber, Creación como Mística: una criptografía de lo sagrado (ensayo); Preguntas mercuriales para un insomne incendiado (entrevistas); Trozos de materia desnuda, Cortezas de aliento, Máscaras sin coartada: 1992-1994 (poemas); y Monedas de oriente: otra manera de la filosofía como medicina (cuentos, aforismos y ensayo). Algunos de sus textos han sido traducidos al inglés y al francés. Actualmente dirige un proyecto para lecturas gratuitas en la Web, llamado: Libre Acceso Ediciones. Además escribe para su micrositio Mancha negra y furia, en el magazine virtual Laterales.com, y en su blog Nexus universalis de la página Morada.co
No hay comentarios:
Publicar un comentario