Los zapatos de papá
Son las 7:30 de la
noche, papá no debe tardar en llegar de su trabajo. Vigilo la puerta, mi mirada
se centra en la puerta mientras mamá me dice que termine de comer toda la cena.
Al levantarme de
la mesa voy al cuarto y noto que debo recoger mis juguetes con los que todo el
día estuve jugando.
Empiezo a recoger
mi mundo fantasioso, a mis tantas lindas muñecas. Hoy no fue un día muy
divertido, quiero jugar a otras cosas.
- ¡Es hora del
baño! - mamá grita desde la cocina.
- Pff - suspiro.
Sólo quiero que ya sea sábado para ir al parque y subirme a todos los juegos.
Escucho que abren
la puerta, es papá que llega del trabajo. Nos saluda. Se quita sus zapatos y
deja sus cosas en una mesita.
Sus zapatos me
encantan, son muy chistosos y cómodos. Sin dudarlo, me los pongo. ¡Soy como un
payaso o un pato con grandes patas! Mis papás se ríen, pero para mí son
geniales.
- ¡Ya quiero ser
adulta! - Quiero ser como mi papá, ir al trabajo y comprarme todo lo que
quiera, y lo mejor de todo: poder dormir hasta tarde.
Después del baño y
estar lista para dormir, le digo a mamá que ya quiero crecer.
- No creo que
quieras serlo, cuando lo seas, verás que todo es diferente - me contesta.
Pero yo sólo
pienso en que será divertido.
Y así fue, mamá
tenía (como siempre) la razón.
*Alma Santiago, Xalapa, Veracruz, México. Escritora, soñadora, amante del arte y
de plasmar experiencias, vivencias y una que otra dedicatoria amorosa a través
de las letras. Es egresada de la licenciatura en Publicidad y Relaciones
Públicas de la Universidad Veracruzana. Desde entonces ha participado
activamente en el ámbito cultural, colaborando en difundir y abriendo espacios
para mostrar el trabajo de músicos y pintores; inspirada en esta labor, es
co-fundadora de AS agencia cultural, una organización dedicada a promover el trabajo de artistas plásticos y
proyectos culturales.
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