Uno
Hoy
en
especial hoy
creo
en la completud
de
los seres.
Me
sé entero.
Inmensamente
unidad.
Sin
gemelo ni naranja ni mitad.
Este
es mi espíritu
que
se supo extremidad.
Estos mis extremos
Estos mis extremos
que
promediaron equilibrio.
Y
he de conocer a otro ser
sólo
para compartir
soledades
alumbradas
sólo
para teñir humana
mi
ya vital hoguera.
Hoy,
sin embargo
la
soledad sugiere
un
amparo propio.
Encontré
a este cuerpo
portador
de mí. II
Como
quien de tanto improvisar
una
guarida
se
conmueve al saberla hogar.
La
decadencia
Jugá
a autodestruirte, viajero confundido
pero
tan solo jugá.
El
verdadero arte está en amar la decadencia
sin
llegar a ser su rey.
Una
cosa es seducir un naufragio
prometido
el amanecer.
Otra
cosa es estrellarse irreparable en el asfalto
y
sólo saber bajar arrastrado
de
alcantarilla
a
cloaca.
Entregate
sólo a los abismos
que
divisan en su fondo
el
regocijo intelectual
la
catapulta creadora.
Preguntale
a los sentidos
qué
aprendieron
luego
de esa falopa, luego de ese ácido
luego
de olvidarte el condón y la sensatez.
Y
si tu mirada, tu escucha, tu gusto
tu
piel o tu olfato
son
un poco más sabios
tras
la noche fétida
reposá
unos días, llamá a tu madre
comete
unos ñoquis.
Mirá
una peli de Éric Rohmer
con
una amiga amada.
Olvidate
de ese hoyo y buscá el siguiente
que
alguna otra verdad
pueda
destilarte.
Corrompé
al puritano a seducir travestis
e
invitá a una ducha
a
quienes sobre su propios huesos
ya
implosionarion.
Y
esta será quizás la danza
entre
el lodo y las nubes
que
valdrá la pena escribir.
Ahora
Ahora
que me remiten a vos
la
dramaturgia y la oliva
el
recuerdo más próximo del goce
ahora
que saber que existís
anula
la ansiedad de lo no vivido lo no leído
lo
no hecho
ahora
que me mudé a tu ombligo
y
me prestás dentífrico
ahora
que la soledad tiene remitente
las
fiestas ya no son cacerías
entregarse
ya no es un despojo
ahora
que desvisto
tus
remeras de niño
y
vos mi pijama
ahora
que espejé
a
mi instinto en tu pecho
y
lo encontré espíritu
ahora
que fundamos y
desfundamos
almohadas
y
el poliester es del verano
y
el algodón del invierno
ahora
que distingo
entre
columna y muro
quiere
edificarse en mí
un
planetario y un lecho.
Cuatro
iris. Un nosotros.
*Andrés Restrepo Gómez es realizador audiovisual,
guionista y poeta. Nació en Medellín, Colombia en 1996. Allí realizó un año de
Comunicación y Lenguajes Audiovisuales en la Universidad de Medellín. Reside en
Buenos Aires desde el 2016, donde se egresó, becado toda la carrera, de la
Escuela Profesional de Cine de Eliseo Subiela. Actualmente estudia la
Licenciatura en Artes de la Escritura en la Universidad Nacional de las Artes
de Buenos Aires y también prepara el proyecto de su ópera prima. Es además
profesor adjunto de la cátedra de Guion I y II de la facultad dónde egresó.
Dirigió los cortometrajes, “Muerte, no seas mujer”, “El corazón es la cuarta
pared” y “Muhamab el zurdo”, con los que participó en diversos festivales de
hispanoamérica. Este año va a publicar, en Medellín, su primer libro de poemas,
“La bohemia que pagaron mis padres”, con Vásquez Editores.
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